La civilización maya de Mesoamérica es uno de los pueblos
con mayor tradición histórica en el mundo. Su libro sagrado Popol Wuj cuenta en
detalle las creaciones de cuatro distintas humanidades. En el principio, se
habla de la creación de los animales por Tz’akol (Creador de la Materia),
B’itol (Formadora con el aliento), Alom (Dador de hijas), Kajolom (Dador de
hijos), Tepew (Quietud), Q’uq’kumatz Quetzal, Serpiente), Abuela I´xmukane,
Abuelo Ixpiyako’k, Junrakan, Chipa Kaqulja, Raxa Kaqulja, Corazón del cielo y
Corazón de la tierra. En la primera creación, específicamente menciona la
creación de la tierra y las montañas y de todas las especies animales
designándoles su alimento y el lugar donde van a habitar.
Al ver las divinidades que estos seres no tenían la total
capacidad para comunicarse y orar por ellos, deciden crear la primera
humanidad, la humanidad de tierra y lodo (Ulew Xaq’o’l), se habla de la
edad de piedra; humanidad que no funcionó, esta humanidad fue la primera que
falló porque no los pudo adorar ni alimentar de forma ceremonial.
Las deidades decidieron crear la segunda humanidad. Llamaron
a las abuela I´xmukane y al abuelo Ixpiyakok para que tendieran el Pixom Kaq’al
(envoltorio sagrado). Esta lectura maya se hace con semillas de frijol de
árbol, conocidas como semillas de palo de pito o colorines. Es el oráculo más
antiguo que tiene la humanidad. A partir de esta lectura, las deidades
decidieron crear humanidad winäq poy (hombres de madera) o Ajamché (hombres labrados)
la edad patriarcal, del pastoreo y la ganadería. Esta creación fue un poco
mejor. Estos seres se comunicaban entre sí, crecieron y se multiplicaron por la
faz de la tierra, pero tampoco se acordaron de sus Creadores y Formadores.
Después de este segundo fallido intento, se decidieron a
hacer una tercera humanidad que fue la de los Chi tz’ite’, que es la edad
matriarcal de los pueblos cultivadores,
son seres hechos de semilla de fríjol de árbol. Esta humanidad al
principio se acordó de orar y alimentar a sus Creadores y Formadores, pero poco
a poco se fue olvidando de agradecer y alimentar a las deidades. Los creadores
y formadores decidieron castigarlos con su propia tecnología. Esta se puso en
contra de ellos y acabó con su civilización.
A partir de todos estos fallos, decidieron hacer la cuarta
humanidad todavía en formación. Ésta es llamada winäq I’xim, humanidad de
maíz, que tiene una misión por
completar, refiriéndose al nuevo ser que
vive en armonía con la totalidad de la existencia: es la humanidad de mujeres y
hombres que deben facilitar su
equilibrio y su conciencia al resto de la humanidad para que haya armonía en
todos los niveles de expansión. Es la humanidad que vive en armonía, que sabe
orar y acordarse de sus Creadores.
Corresponde a los pueblos indígenas actuales, principalmente
a las comunidades mayas, y a algunas otras comunidades del mundo que viven en
armonía y espiritualidad.
El libro sagrado maya Takan Wuj habla que vendrá una quinta
humanidad y que esa humanidad será la humanidad de los hombres de miel. Habrá
hermandad, armonía, espiritualidad y dulzura entre todos los seres humanos, con
los animales y las plantas. Esta humanidad será la guardiana del siguiente Nim
I’x Q’ij (Gran sol mujer), el siguiente ciclo que tendrá la humanidad que
durará 67.600 años donde todos los hombres volveremos a ser hermanos. . el
pueblo maya en un estado de conciencia.
Como dice la sagrada tradición en los textos mayas: “De
nuevo todos seremos hermanos. Hermanos entre nosotros y de todo lo que nos
rodea”. Popol Wuj.
Fuente: https://contadoradeltiempomaya.wordpress.com/las-4-humanidades/
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