Dado que terminó el periodo del oscurantismo, los Ancianos
mayas decidieron hacer público el Cholq’ij, con la esperanza de que cada quien
oriente su vida, encuentre el propósito de esta y acceda al Saqb’e (camino
blanco). Como mencionan los Ajq’ijab’ (Guías Espirituales Mayas):
Los abuelos nos han dejado un extraordinario legado a la
humanidad, en este se sintetiza toda la sabiduría del mundo antiguo, es el
instrumento más útil y trascendente, tanto para el ser individual como para
todas las naciones, pues nos da la información para un desarrollo completo y
armónico.
Entre los muchos calendarios que tiene el pueblo maya, el
Sagrado Cholq’ij es el “Calendario Humano” o Winal. Cualquier ser, situación,
objeto, manifestación, entidad, energía de esta u otra dimensión con la que el
ser humano interactúe, está contenido y contemplado dentro de éste. Es un
sistema de medición del tiempo dimensional-energético ligado a los biorritmos
humanos.
Este Sagrado Calendario se utiliza desde tiempos
inmemoriales en el área del antiguo Mayab’, que comprende los actuales
territorios de Mesoamérica: sur de México, Guatemala, Belice, Honduras, El
Salvador y Nicaragua. En la actualidad es usado por cuarenta pueblos-naciones
mayas, que reúnen a millones de mayas hablantes, principalmente en el altiplano
guatemalteco.
El Sagrado Cholq’ij nos da la comprensión de las energías y
equilibra el conocimiento científico-matemático con profunda espiritualidad,
por medio de interrelacionar el Najt (espacio-tiempo) con los Nawales (20
energías). Este Sagrado Calendario es matemáticamente perfecto. Su exactitud es
la síntesis de siglos de observación y estudio por parte de los grandes astrónomos,
astrólogos, matemáticos y sabios mayas. Su raíz lingüística proviene del maya
clásico Chol, que significa el manejo armónico de, y Q’ij, que significa sol o
día. Unidos, significan el manejo armónico de los días.
Este calendario consta de 20 energías o Nawales. Cada
energía (nawal) tiene un nombre especial y está representada por un glifo.
Estos nawales van de manera cíclica y de acuerdo a como nos influencian en la
vida. Las 20 energías (nawales) se repiten 13 veces (de manera ciclica,
combinadas con cada una de las 13 fuerzas). A las 20 energías se les anteponen
las 13 fuerzas, obteniendo así la unidad calendárica de 260 días (20 x 13 =
260), que es un año sagrado maya. Aunque son 20 energías se cuenta hasta el 13
y se empieza de nuevo, el primer nawal de esta cuenta es B`atz’ que corresponde
al hilo del tiempo. Al final de estos se vuelve a repetir la cuenta sin
interrupción.
Los abuelos utilizan
y consideran sagrados todos los números, pero en especial el 13 y el 20. Al
multiplicar estos números, 13 x 20, y al agregar 13 días da un total de 273 que
es el tiempo que dura la gestación humana desde la concepción hasta el
nacimiento, por lo tanto, simboliza el tiempo sagrado del desarrollo de un ser
humano en el vientre de su madre. El 13 está relacionado con las 13
articulaciones principales del cuerpo humano: 2 en los tobillos, 2 en las
rodillas, 2 en las muñecas, 2 en los codos, 2 en los hombros (o los movimientos
de los brazos) y 1 en el cuello o la cabeza. El 20 simboliza los dedos del ser
humano: 10 de las manos conectadas al Padre Cielo y 10 de los pies conectados a
la Madre Tierra. Es la convergencia de las 10 corrientes energéticas cósmicas y
las 10 corrientes energéticas telúricas.
Por esta razón los Nawales tienen una relación cósmico-telúrica
y nos permiten conocer el significado de cada día del calendario. Este conteo
del tiempo, nos da la fuerza para encaminarnos de manera armoniosa con el
cosmos y así poder realizar cada actividad de la vida diaria con un enfoque
armonioso. Por ejemplo, en un día cuya fuerza es Tijax es bueno pedir por la
sanación; No’j es un día bueno para pedir por el conocimiento; Kawoq tiene que
ver con las relaciones de familia, de comunidad; Ajpu’ con actividades
espirituales, vencer energías negativas, y Q’anil favorece actividades como
poner la primera piedra.
La comprensión del Sagrado Cholq’ij y su vivencia cambiarán
nuestras prioridades y valores, nos ayudará a romper barreras y nos permitirá
ampliar tanto la percepción como el planteamiento de la realidad personal. Nos
permite comprender nuestro destino, cuál es la misión que debemos realizar y la
razón por la cual estamos aquí en esta vivencia y en este Najt
(tiempo-espacio), ante todo en estos tiempos proféticos. Este sagrado
instrumento es el mejor regalo que pudieron dejarnos los Abuelos. La
advertencia que nos hacen con respecto a acceder a esta milenaria tradición es
no manejarla con fines vanos, por simple curiosidad o entretenimiento. El
propósito de obtener esta información es para armonizarnos con la Madre
Naturaleza y con el Cosmos para seguir el camino que nos corresponde y ser
consecuentes con ese propósito. Su uso debe conllevarnos a ayudar a los demás y
a orientar nuestro desarrollo físico, mental, emocional y espiritual.
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